Maravillas musicales...

La pasión no llega sola, es algo que se busca.

No es tan fácil decidirse por una carrera, o por una persona, o por un trabajo o por un tema al que te vas a dedicar mínimo un semestre completo. Es necesario excavar dentro de cada terreno para poder conocer el lugar ideal donde sembrarás el conocimiento. Tiene que ser tierra fértil, no puede ser algo que ya se secó hace varios años. Tiene que estar cerca de donde tú vives para así poder ir a regar esa plantita todos los días. Tiene que tener mucha luz. Tiene que tener espacio para crecer, porque al inicio pensarás que tu plantita será pequeñita, pero con el tiempo la irás podando y podando para que continúe su crecimiento. Te encariñarás con ella y la cuidarás. Y al final, serás el mejor cuidador de esa plantita. Serás el que mejor la conozca y dominarás tu tema.

En cuanto a mí, por ejemplo, estoy sembrando algo que se llama musicoterapia.

Ahora sí llegó el momento de compartirles las maravillas que encontré en EBSCO.

¿Sabías que los pacientes con Alzheimer tienen la capacidad de recordar algunas cosas si escuchan la música que solían escuchar. Esta familiarización con la música y con las recuerdos autobiográficos activa la corteza prefrontal medial del cerebro, la cual se relaciona con la memoria y funciona con la improvisación musical? También se ha comprobado que el hecho de cantarles cierta letra, desconocida, a los pacientes con Alzheimer hizo que éstos la reconocieran a diferencia de cuando se les dijo (hablada).

Y en cuanto a los pacientes con Parkinson, hay estudios que demuestran que el hecho de que se involucren con el ritmo musical y el tempo dentro de una pieza mejora el balance y la coordinación de quienes padecen dicha enfermedad.

Otra de las enfermedades que se ve beneficiada por la música es la afasia. Dicha enfermedad consiste en la imposibilidad de producir o comprender el lenguaje debido a lesiones cerebrales. Para estos pacientes, el cantar canciones familiares y el llevar diversos ritmos con los dedos de la mano, mejora automáticamente la producción del lenguaje.

El artículo que habla, de manera más profunda acerca de esto, se llama Symposium Report: Music & Science: Practice & Convergence—an Organic Symposium escrito por Lindau Berit (abril 2013).

Y seguí y seguí leyendo acerca de los grandes efectos que produce la música en los pacientes. Pero nunca me había puesto a pensar en los efectos que produce en los músicos. ¡Pues claro, si son ellos los que la practican todo el día, los beneficios los tendríamos que estudiar en ellos antes que en alguien más! Según el artículo que forma parte de la tesis Balanced Brains: An Investigation of Visuospatial

Ability and Lateralizatíon in Musicians por Lucy Larissa Mary Patston (2007), los músicos sobresalen en varias pruebas realizadas, a comparación de los no-músicos.

En primer lugar las regiones parietales, aquella que se ocupan de las sensaciones y de la coordinación del balance, están mucho más lateralizadas equitativamente, en el cerebro de los músicos que en el de los no-músicos. 

Los músicos completaron de una manera más rápida y precisa dos de las pruebas de habilidad visuoespacial y completaron más elementos en otras pruebas de velocidad de procesamiento que los no-músicos.

Otro de los estudios relizados en esta tesis trataba de investigar la atención visuoespacial en

estos grupos mediante una tarea de línea de bisección y una tarea de discriminación visual. En ambas tareas los músicos demostraron una mayor atención visuoespacial equilibrado con un ligero sesgo hacia el hemiespacio derecho a diferencia de los no-músicos que tendían hacia la izquierda, lo cual es lo "normal". Todo esto debido a las conexiones que generan los músicos, desde pequeños, cuando la plasticidad neuronal está en su punto más alto.

En fin, podría seguir toda la tarde contándoles de lo que voy encontrando. No cabe duda que las maravillas que trae la música no las trae nada más, así que llénense de armonía y que tengan una semana muy musical...