En síntesis

La música, como todas las disciplinas, está en constante cambio desde que nació. Pero es en esta era, la era digital, cuando esos cambios se dan a una velocidad inimaginable. Las nuevas tecnologías están afectando, tanto para bien como para mal, a la industria musical y a todos aquellos que de diferente manera se han dedicado a la música. Lo que yo haré será enfocarme en la discusión, en la controversia y en los problemas que la música de esta época ha generado.

El primer problema sería la producción y la creación de los sonidos que forman parte y son ahora considerados como música. Existen grandes programas de música, que pueden ser descargados ilegalmente, para producir música sin la necesidad de tener las habilidades de ejecutante en diversos instrumentos. Aunque esto tiene un lado bueno, que es favorecer y facilitarles a los compositores la creación de sus piezas sin la necesidad de contratar músicos para cada instrumento o ellos mismos grabar cada uno por separado, muchos creen que esto puede llegar tan lejos que los músico ya no desarrollen las habilidades de interpretación necesarias, pues todo el sonido será emitido por máquinas.


Esto nos lleva al segundo problemas. El negocio musical es una de las áreas que más ha sufrido los golpes de la tecnología ya que la mayoría de las personas que antes compraban discos, ahora descargan la música de internet. Y no sólo eso. La mayoría de las personas que acudía a centros de grabación y pagaba tanto por las instalaciones como por los servicios, ahora es capaz de grabar cómodamente desde su casa en un simple computadora. Todo esto trae, para el consumidor, grandes beneficios ya que gastan mucho menos dinero y lo pueden hacer desde donde sea. Pero para las compañías disqueras y para los estudios de grabación esto podría significar su ruina total.

Y finalmente nos queda el problema de derechos de autor y descargas ilegales: la piratería musical.

El internet y la tecnología en los últimos años han favorecido el crecimiento de la piratería musical. Y se repite siempre lo mismo: para los clientes esto es grandioso pues dejan de gastar dinero y escuchan la música que quieren, pero para los productores y artistas es algo terrible y temible ya que dejan de ganar el dinero que antes ganaban por la compra de su trabajo.

Creo que es necesario analizar más a fondo cada uno de estos problemas para llegar a conclusiones mucho más profundas, pero esto es un resumen de lo que se tratará mi ensayo. Espero contribuir a la investigación musical sin dañar opiniones y puntos de vista de diferentes personas.