jueves, 20 de marzo de 2014

Sin título será mejor...

 
"Hipermúsica" es el término que utiliza Márquez Israel para definir a la música de nuestra era, la era "digital". Para Márquez, la nueva realidad musical se centra en el cambio de la producción musical. Dicho cambio se deriva de las nuevas tecnologías encargadas de crear y emitir sonidos que antes eran exclusivos de los instrumentos.  Según dice el autor "el conjunto de materiales, instrumentos, aplicaciones, programas y actualizaciones inherentes a las nuevas tecnologías han hecho que el arte nacido con la cibercultura dependa de estas herramientas digitales para su creación y desarrollo puesto que, cada nueva aplicación, genera nuevas formas de experimentación, producción y recepción artística".
Es decir, la música que es creada a través de una computadora y no de instrumentos físicos va a recibir el nombre de HIPERMÚSICA.

El verdadero conflicto de este tipo de música no es meramente que la tecnología sea usada para crearla, de hecho la música instrumental existe gracias a la tecnología. Todos los instrumentos que conocemos, excluyendo a voz humana, fueron creados a partir de la tecnología de la época. Sin los inventos y avances de los hombres no existiría más que la música vocal, pero el punto de discusión es el siguiente: la música digital trae, además de algunos beneficios, muchos otros problemas que tienen que encontrar soluciones.

El primero conflicto que merece un claro análisis es el de las desventajas de crear sonidos desde una computadora. Sabemos que las ventajas son enormes para los clientes. Ellos pueden grabar desde la comodidad de su hogar, con precios realmente reducidos, ya teniendo el equipo y con la posibilidad de hacer grandes obras. Pero el problema que este tipo de música está creando va mucho más allá de lo que pensamos. Además de que la calidad sonora de una pieza grabada en casa es menor a la de una grabada en un estudio, la industria musical ha decaído de una manera impresionante.

Según el libro de Kusek y Leonhard, The Future of Music: Manifesto for the Digital Music Revolution, es un mito que el mundo del "negocio musical" esté decayendo. Dicen los autores que en los últimos 5 años se ha consumido mucha más música que a lo largo de la historia, pero esto no necesariamente se refiere a la compra de CDs. Y es aquí donde viene lo que muchos consideran problema y lo que otros consideran un avance o evolución para el mundo musical. Lo que menciona este libro es realmente interesante pues son las compañías disqueras las que han comenzado a seguir procesos legales, trámites y papeleo para evitar que la oración con la que abren estos autores, sea una realidad: "Today the music industry is alive and prosperous with the popularity of both legal and illegal digital music downloading services, where music fans are being exposed to a greater number of artists than ever before. So while record sales slump, other aspects of the music business including publishing, touring, merchandising are all doing quite well."


InformeTic, nos muestra datos acerca de la industria musical actual. La venta de música en España ha bajado por duodécimo año consecutivo. El 2013 llegó a bajar hasta un 15%. Según los datos de Promusicae justo después de que en el 2001 las cifras de venta de música grabada rompieran récord de 626 millones, la industria musical ha llegado a sufrir una contracción de hasta el 80% en tan sólo 12 años. Si hablamos específicamente de los Cds, en 2013 la suma total fue de 71,7 millones de euros que representa un 22,8% menos que el año anterior. Por otro lado, los servicios de streaming por suscripciones (Spotify, Deezer, Napster, etc) están afianzándose y el desembolso anual es fue, en 2013, un 9,4% mayor al del 2012.
 
Esto quiere decir que la venta física de música ha ido disminuyendo de  mucho más rápido de lo que se pensaba cuando los servicios de streaming comenzaron a ser de paga y posteriormente gratuitos. Zitello y Zena brindan un enfoque un poco más histórico aunque tendiendo hacia futuras opciones para la industria musical. 

Música libre, Una mirada sobre la industria discográfica ante el download gratuito es una investigación que parte desde los orígenes de la industria. Habla desde que se crea el Disco Compacto en 1982 con empresas como Philips y Sony comercializándolo como el primer sistema de grabación óptica digital. Pero fue a principios de los 90' cuando las empresas que fabricaban computadoras personales se dieron cuenta del enorme potencial que tenían las aplicaciones de audio en esa "etapa digital". Por lo tanto comenzaron a desarrollar ciertas aplicaciones multimedia para incorporarlas a sus productos. Todo esto es el origen de lo que se considera uno de los problemas actuales más grandes: La descarga ilegal de música.

La revista Expansión cuenta que en el 2008 la IFPI (Federación Internacional de la Industria Fonográfica lanzó una cruzada en contra de la descarga ilegal por internet. Esta organización, que representa a más de 1,400 disquera de 75 países diferentes, mencionaba que "decenas de miles de millones de canciones" habían sido bajadas ilegalmente. De cada 20 canciones descargadas era solamente una la que se había comprado legalmente.
 
 
 

Según este mismo artículo las principales razones para que la descarga ilegal de música por medio de internet haya sido tan promovida se centran en los precios de los CDs y la "compleja cadena de distribución" de la música grabada. Sin embargo ya es un hecho que las descargas ilegales están dejando a las empresas de la Industria musical con mucho que pensar para no ir directo a la ruina.

Según Cano Navarrete "Las disquera ya no pueden vivir de los CDs, ahora quieren cobrar regalías a sus artistas por conciertos, uso de imagen y hasta por las playeras..." Otra de las posibles soluciones que se proponen en el artículo "Notas de Terror" de la revista académica Expansión es la de la IFPI en donde "La cooperación de los proveedores de conexión, ya sea desconectando a los infractores o usando tecnologías de bloqueo, es la forma más eficiente para abatir la violación a los derechos de autor".

Pero a pesar de todos los esfuerzos, aún nada ha hecho que este problema termine o disminuya. Tal vez se requiere de tiempo o tal vez el tiempo empeorará las cosas. Mientras tanto sólo nos corresponde hacer conciencia y actuar en nuestro entorno.
 



 

 

 

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